Sabemos que el color tiene un papel fundamental a la hora de apreciar los volúmenes en los objetos, y en el caso que nos interesa, el pelo, no va a ser menos.
Cualquier persona que sepa un poco de visagismo, sabe que una cara alargada necesita volumen a los lados para corregir ese alargamiento.
Una cara demasiado redonda necesita volumen en la zona alta de la cabeza para precisamente lo contrario, alargar un poquito la cara y conseguir la forma ideal, la forma ovalada.
Hasta ahí todo correcto, ahora viene el problema. Para conseguir esos volúmenes, hay que "meter tijera", y en muchos casos, bien porque no nos gusta el estilo que quedaría al cortar en esas zonas, o simplemente porque el cliente no quiere cortarse el pelo, aún sabiendo que es necesario no hacemos nada para corregir esas formas.
Aquí es donde entra el color. Los colores claros siempre dan sensación de volumen, mientras que los oscuros hacen lo contrario.
Sabiendo esto es fácil, ¿queremos sensación de volumen en los laterales? ¿necesitamos volumen en la zona superior? ¿es recomendable ayudar a dirigir la mirada hacia alguna parte concreta de nuestra cabeza?
Con las técnicas adecuadas es sencillo llegar a aportar al cabello la sensación de volumen que necesita sin haber tenido que hacer capas ni ningún otro corte.
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