No paramos de encontrarnos con personas que utilizan productos con Camomila y no os imagináis la cantidad de problemas que tenemos después a la hora de dar color, y lo peor de todo, es que en muchos casos cuando preguntamos si el cabello tiene Camomila nos decís que no... después cuando vienen los problemas nos reconocéis que efectivamente hay Camomila en el cabello.
El problema que nos solemos encontrar es que al intentar aclarar nosotros ese cabello, bien con tinte o bien con decoloración, pueden salir colores totalmente indeseados, como verde por ejemplo...
En otros casos la reacción puede ser mucho más peligrosa, se puede crear una reacción química en el interior del cabello haciendo que suba muchísimo la temperatura del mismo, llegando a echar humo literalmente y quemarse en unos pocos minutos...
Por ello, queremos deciros desde aquí que siempre siempre que tengáis cualquier resto de Camomila en vuestro cabello nos lo hagáis saber para evitar problemas posteriores.
A parte de esto, mucha gente compra champús de camomila porque aclaran el cabello, esto es cierto, pero ¿os habéis parado a pensar por qué lo aclara?
La camomila es un oxidante natural, osea, que va a aclarar vuestro cabello por medio de una oxidación más o menos suave, al igual que el agua oxigenada por ejemplo...
Si nuestro cabello es rubio, el resultado puede ser no del todo feo... Cualquier colorista sabe que en los cabellos rubios el pigmento resultante al aclarar el cabello es el amarillo, por lo que si tu pelo es rubio y consigues un amarillo pálido el resultado puede ser más o menos natural.
Pero ahora vamos con la realidad que se suele dar.
En España la mayoría de los cabellos son negros o castaños, las personas con cabello castaño son las más propensas a utilizar la camomila, ¿cuál es el resultado?
Si en el cabello rubio el resultado de oxidar el pelo es un tono amarillento, en los castaños son desde rojos a naranjas... por lo que lo que vais a conseguir es tener un "rubio pollo" bastante antinatural y feo. Por no hablar del daño que también provoca esa oxidación.
Si a todo este sermón que os hemos echado, le sumamos la oxidación producida por el sol, y peor aún, el cloro y el mar... El resultado puede ser catastrófico! Llegaréis a Septiembre con un cabello realmente estropeado, y con un color que se os pueden saltar las lágrimas... :)
Así que dejaros de inventos y poned vuestro pelo en manos de profesionales, os aseguramos que el resultado no tendrá nada que ver.